Cuando el sol se va, las nubes de las noches hacen una cortina gruesa. En alguna parte detras la cortina los mùsicos comienzan a alistarse. Sabemos este porque podemos oir el trueno apacible, y vemos la chispa distante. Cuando la lluvia empieza, las cortinas parten y la orquesta toca sus primeras notas. Hemos tomando nuestros asientos, nuestros corazònes laten con el entusiasmo. La tormenta, como todas las buenos espectàculos, comienza lentamente y reservada.
¨De la nieve como lana
y derrama la ecarcha como ceniza
Echa su hielo como pedazos
ante sufrìo, ¿Quien resistirà?¨
Monday, July 30, 2007
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